El vestido de Catherine Middleton era uno de los secretos mejor guardados de la boda real. Sin embargo, el gran día ha llegado y por fin hemos visto a la radiante novia entrando en la Abadía de Westminster para dar uno de los pasos más importantes de su vida y convertirse en la esposa del príncipe Guillermo. Y es que aunque en los últimos meses no han dejado de surgir rumores sobre quién sería la firma encargada de diseñar el vestido de Catherine, al final la elegida ha sido Sarah Burton para Alexander McQueen.
El vestido
La novia se ha decantado por un precioso diseño de color marfil y blanco satinado con escote corazón sobre el que lleva un cuerpo de encaje francés de manga larga que ha sido realizado a mano por la Real Escuela de Costura. La falda, con mucho volumen y una cola de tres metros de largo, también lleva apliques de encaje y algunas flores de seda color marfil. El corpiño de satén, estrecho en la cintura y acolchado en las caderas, se basa en la tradición victoriana de corsetería y es un detalle que caracteriza a los diseños de Alexander McQueen. La parte trasera tiene un acabado en gazar y botones forrados de organza sujetada por lazos. La enagua es de tul de seda con adornos de encaje de Cluny. Los zapatos han sido hechos a mano por el equipo de Alexander McQueen y están realizados en satén duquesa marfil con encaje bordado a mano por la Real Escuela de Costura.


El velo y las joyas
Está hecho de capas de tul suave, de seda color marfil con un recorte de flores bordadas a mano por la Real Escuela de Costura. Respecto al peinado, como ya sabíamos, también ha querido romper con la tradición y llevar el pelo suelto, algo que ha sorprendido a muchos pero que ha sido decisión personal de la novia. Catherine luce además pendientes de diamantes en forma de pera que la firma Robinson Pelham ha diseñado inspirándose en el escudo de armas de la familia Middleton, que incluye bellotas y hojas de roble. Los pendientes han sido un regalo personal que los padres de la novia le han regalado en este día tan especial.
La tiara
Era uno de los detalles más importantes del esperado enlace, y es que ha sido la propia reina Isabel la que ha querido que la esposa de su nieto llevara una de sus joyas más especiales, la tiara Cartier que recibió de su madre por su 18º cumpleaños (en 1936 el duque de York, que más tarde recibió el título del rey Jorge VI, se la regaló a su esposa, la Reina Madre, en 1936). Se trata de una tiara muy especial que ha pasado de generación en generación y por ello, la monarca briánica quiso cedérsela a Catherine para que la luciera en su día más importante. Sin duda, Guillermo es uno de sus nietos favoritos y prueba de ello son las palabras que dedicó a los futuros novios en su consentimiento del enlace: "Sepan que hemos consentido el matrimonio entre nuestro más amado nieto, el príncipe Guillermo, y nuestra fiel y querida Catherine".

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