Guillermo y Kate, los duques de Cambridge, regresaron al palacio de Buckingham para participar en la fiesta nocturna que el príncipe Carlos de Inglaterra para unos 300 invitados con motivo de su boda. 
Kate dejó su vestido de novia y eligió otro diseño de Sarah Burton, que trabaja para la firma del fallecido modisto Alexander McQueen: un vestido de noche blanco satén con una falda circular adornada con brillantes bordados en torno a la cintura.
El príncipe, como el resto de los invitados masculinos, acudió vestido de esmoquin para una velada que incluirá música y baile para los familiares y amigos más cercanos y que no se descarta que se prolongue hasta bien entrada la madrugada del sábado.
La reina Isabel cedió su residencia para celebrar la fiesta y se marchó a pasar el largo fin de semana -el lunes es festivo en el Reino Unido- fuera de Londres junto a su marido, el duque de Edimburgo.
Se perderán los discursos del padrino y hermano del novio, el príncipe Enrique, y del padre de la novia, Michael Middleton, dos de las tradiciones más celebradas de las bodas anglosajonas.
Tras una jornada llena de emociones, en la que Londres se volcó con la boda, los recién casados se tomaron unas horas de descanso en Clarence House, la residencia oficial del príncipe Carlos.
Fue después de salir al balcón del palacio de Buckingham a saludar a la multitud y a besarse en dos ocasiones, para deleite de las decenas de miles de personas que presenciaron el momento, y después de la recepción oficial que ofreció la reina.
Guillermo y Kate hicieron el trayecto entre palacio y Clarence House en un Aston Villa descapotable conducido por el príncipe en cuya matricula se podía leer la leyenda de "recién casados", mientras un helicóptero de rescate de la RAF, con compañeros del novio a bordo, sobrevolaba la escena.
Los duques de Cambridge, título que les concedió la reina con motivo de su matrimonio, pasarán su noche de bodas en el palacio de Buckingham y se desconoce cuál será su agenda para los próximos días, así como el destino de su luna de miel.

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