En la década de los 50 tuvieron lugar algunas de las más importantes bodas de todo el siglo XX. Espectaculares novias como Grace Kelly o Jackeline Kennedy todavía hoy se recuerdan.
En 1947, terminada la Segunda Guerra Mundial, llegó el momento de Christhian Dior y su New Look, Nombre de la colección que presentó ese año y la que le consagró como el creador más famoso de la época.

PROTAGONISTAS DE CUENTO DE HADAS:
Se trataba de una nueva línea muy femenina y sensual que marcaba la cintura y proponía faldas corola de raso y tafeta hasta la mitad de pierna. Además la mujer debía lucir sofisticados complementos como guantes, cinturón y zapatos de alto tacón. Esta nueva moda fue considerada por algunos sectores como demasiado ostentosa para una época de postguerra y recibió numerosas críticas. No obstante pronto se consolidó y mujeres de todo el mundo la adoptaron, entre ellas, famosas actrices de los años dorados de Hollywood como Ava  Gardner, Lauren Bacall, Grace Kelly.
 En cuanto a la novia para seguir con este estilo propuesto por el creador francés, ésta retomo las enaguas y el corpiño acabando en pico en la cintura con el fin de enmarcar su silueta al gusto de la década, que renacía, en parte, del pasado. La nueva prosperidad hacía también que se escogiesen lujosos complementos  y largas colas.
En esta etapa tuvieron lugar, asimismo algunas de las más importantes bodas del siglo XX, cuyas novias como Grace Kelly o Jackeline Kennedy todavía hoy se recuerdan.
Ambos matrimonios tuvieron una gran resonancia pública, que hizo que los vestidos de estas bellas damas fueran admirados y copiados por mujeres de todo el mundo.
Grace Kelly protagonizaba, con su boda con Rainiero de Mónaco en 1956, un final digno de los más románticos cuentos de hadas y así lo hizo ver su vestido: un espectacular diseño de Helen Rose, elaborado con 90 metros de tul de seda, 120 metro de encaje y 23 de tafetán. De cuello cisne, cintura de avispa y volumen en la falda, recogía a la perfección el estilo del momento.
Jackeline Bouvier, por su parte, lució en su principesca boda con el senador John F. Kennedy un vestido en tafetán marfil, creación de Ann Lowe, con voluminosa falda de varias capas y un largo velo.
No podemos olvidar en esta etapa, sin embargo, la destacada presencia española en la costura parisina de la mano de Cristóbal Balenciaga. El creador vasco, que desarrolló su carrera en Paris, era considerado el arquitecto de la Alta Costura porque dominaba como nadie los tejidos y la estructura de los diseños. Así Balenciaga, era escogido por mujeres de la aristocracia para elaborar sus vestidos más especiales. Este es el caso de Fabiola de Mora y Balduino de Bélgica, en 1960, para quien realizó un vestido de líneas depuradas ribeteado con 25 metros de piel de visón blanca. Un diseño masivamente observado por el gran público al ser la primera boda retransmitida por Eurovisión.

0 comentarios:

Publicar un comentario